viernes, 9 de enero de 2009

NUEVO AÑO

Y aquí estamos de nuevo, sobreviviendo a un año más, a las borracheras y crudas decembrinas, a las canas nuevas, a las arrugas extrañas, pero sobre todo a los recuerdos pasados. ¿Tiempo para reflexión?, ¿para nuevos propósitos?, ¿metas?, que flojera y cuanta palabradería.

Simplemente es tiempo de agradecer estar vivos, de haber llegado a otro año, de hacernos más viejos pero experimentados. A veces me pregunto porque no hago propósitos, pero no les veo el caso, casi nunca los cumplo, mejor por esta vez disfruto, algo que me hace falta. Eso sí, hay que recapitular todo lo que vivimos el año pasado y aprender de ello.

En mi caso conocí muchas cosas y sucedieron en mi día a día tanto buenas como malas. Ahora lo importante es saber aprender y mejorar. Hoy me doy cuenta de que me falta mucho por madurar, por perdonar y no nada más a mi mismo, la verdad es que necesito perdonar a personas que me han hecho daño en el pasado, esa es la verdad. Hoy no creo esas frases de los libros de superación personal que te invitan a perdonarte a ti mismo, no voy a ocultar más lo que tengo dentro, quiero perdonar a terceros, por que si no lo hago no me podré perdonar a mi.

Este año empezó borrando las máscaras con las que me he cubierto desde hace años, por primera vez desde no se cuando me vi desnudo (metaforicamente), mis barreras calleron como castillos de arena arrasados por una ola furiosa. ¿Y qué encontré?, un hombre triste, más de lo que hubiera pensado y querido, pero sin valor de enfrentar a la cara mis demonios. No voy a mentir, nunca estoy solo pero estas fiestas así me sentí y solo una persona lo pudo ver en mis ojos (gracias Cristy por conocerme tan bien), digo, soy excelente para fingir. Estaba escribiendo que había aprendido y no se que y mejor lo borre, aquí siempre he sido sincero, la verdad no he aprendido nada o no he querido ver la realidad por miedo, hoy no se que hacer, estoy asustado. Mis problemas sentimentales no me están dejando funcionar en mis círculos de convivencia como debería y eso si lo puedo ver en este momento. ¿Pero como salgo de esto?, no tengo la menor idea, no me puedo meter en la cabeza el dejar de pensar en los demás y hacerlo por mi. Y ese maldito orgullo y temor a lo incierto.........

Pero a fin de cuentas aquí estoy de una pieza, con noticias que llegaron a mi vida ni como balde de agua fría ni helada, lo que le sigue, lleno de dudas y temores, de incertidumbre. Hoy puedo ver que no se por donde salir y solo agradezco el haber regresado a trabajar y no tener tiempo de pensar en pendejadas la mayor parte del día. Ahora a dedicarme a leer México acribillado, para pensar mal en la religión católica y en el gobierno de este país y dejarme descansar a mi.

Ahora se porque llevaba tanto tiempo evitando enterarme de la vida de los demás. Así debí haber seguido, demasiado tarde.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Triste es el panorama que describe Ud. en su inicio de año, y por ello, le expreso mi punto de vista...

En la vida social se nos exige implícitamente el distinguirnos de los demas individuos, por medio del "exito material" (mucho dinero, un trabajo de renombre, habilidades para los deportes, el sexo, etc.), el cual, afortunada o desafortunadamente, no todos consiguen. Los que no lo tienen, viven infelices por no lograrlo y en su infelicidad llegan a estropiar el bienestar de otros; por otro lado, los que lo han conseguido, en ocasiones lo cambiarian para tranquilizar su conciencia; en fin no se le puede dar gusto a todos.

Ud. dice que para estar tranquilo consigo mismo necesita perdonar a terceras personas, pero se a puesto a pensar si aquellas no quieren su perdón, si solo lo quieren dañar, si Ud. es un juego para ellas; considere sus reflexiones y por muy trillado que paresca, ¡su bienestar esta en Ud. y nadie más!

Suerte en su búsqueda.

ATTE: Te cai si no sabes quien soy