viernes, 6 de junio de 2008

CAPITULO I

La noche era bastante fresca, una brisa se abria paso por las cortinas de la habitación, provocando una sensación agradable al tocar la piel de la espalda. Había llovido bastante durante la tarde, el aroma a tierra mojada persistia en el ambiente, sin querer desaparecer y recuerdo haber pedido que no lo hiciera. Debo reconocer que uno de mis aromas favoritos es ese, minutos antes de que las gotas de lluvia alcancen el lugar en el que me encuentro, y después de haber empapado la ciudad.

Ya era tarde, más de las tres de la mañana, y a pesar de que debía levantarme temprano para trabajar no podía conciliar el sueño. Esa imagen se repetía cada vez que cerraba los ojos y ya no podía soportar el verla otra vez. Había intentado leer, ver la televisión, y nada funcionaba. No era la primera vez que ocurría, desde el día en que se cruzó por mi camino no podía alejarla de mi mente. Recuerdo perfectamente su figura, fué una visión maravillosa, tal como lo había soñado, apareció de repente, sin avisar y no tuve tiempo ni siquiera de poder articular ninguna palabra, tanto mi cuerpo como mi mente quedaron paralizados.

No suelo ponerme nervioso ante las mujeres, al contrario, suelo ser demasiado extrovertido, pero en ese instante quede paralizado. La primera palabra que me dirigió no ayudo a mi confianza, al contrario, me hundió más en un abismo de sueños, imaginación y ensoñaciones, a tal grado que por un momento creí en el amor a primera vista. Luego un frío -"¿Me está escuchando?"-, devolvió mi razón a la realidad. - Claro - conteste - a sus órdenes, en que le puedo servir.

Respondí a su pregunta y se marcho agradeciéndome, parece ser que mi alma se fué con ella, o tal vez esta mujer se quedó conmigo, dentro de mi mente. No puedo dejar de verla, de recordarla, demonios, y ni siquiera se su nombre.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo para hacerle una breve recomendación,todos tenemos una personalida, un estilo; es como si hablara al escucharlo se reconoce que es usted. Exactamente esa es mi recomendación. Los primeros escritos de todos, (ya que me considero un principiante) contamos sobre lo que nos gusta hacer, lo que nunca nos atreveremos hacer o lo que nos pasa, pero por cuidar la redacción, llegamos a perder los mas importante plasmasr nuestro yo en un texto, ¿cuántas veces a leido diferentes libros de un autor y lo reconoce por la manera de narrar o describir lo que ve,asi los cantantes su voz los representa? no quiero decir que la redacción pasa a segundo plano, si mo que es un texto que tiene muchas salidas y temas faciles de tratar. Si en todos los textos anteriores se encuentra el sentimiento y el estilo, que a este mo le falte. Recuerde que el lector debe sentir lo que usted siente cuando imaigana cada una de las frases que escribe, debes describir la perfección que tu imaginas 10 veces mas, para lograr atrapar a la persona que decidio tomar el tiempo y leer ese breve capitulo. Es bueno pero deje tu esencia
.

Carlos Cano dijo...

anonimo:

Muchas gracias por el consejo, la verdad me hacia falta que alguien me lo dijera para poder expresarme mejor y no pensar tanto en arreglos, sino unicamente en mi propio sentir

dijo...

Cano, me sorprendes. No sabía que eras tan bueno escribiendo.

Dale una releída porque hay algunas fallas ortográficas por lo demás, coincido con anónimo: desarrolla tu propio estilo, deja que se sienta que eres tú el que escribe.

Un beso.

Carlos Cano dijo...

GRACIAS LAURITA POR EL TIP, DEJA CHEC ESO QUE YA VES QUE NO ME AGRADA
CUIDATE

Anónimo dijo...

Mi estimado y bien ponderado mentor de las nuevas generaciones y defensor del los trabajadores de la educación, su empeño pr escribir una novela, eso creo por su primer capítulo; me agrada; y leyendo las opiniones acerca de el mismo, me hacen diferir de ellas, ya que lo que Ud. quiere es contar una historia, por lo que le recomiendo, que sólo la cuente. Su imaginación ya es lo suficientemente torcida como para que le de arreglos literarios y gramaticales; sólo platica con el papel, o en éste caso con el teclado y como es su costubre distorciona la realidad sin perder la veracidad; y recuerde que lo que intena hacer es para satisfacer su espiritú comunicador no a un crítico o lector. Suerte y no lo heche en saco roto...